Por fin llega el partido del año, y para que nos vamos a engañar, tengo la suerte de vivir la tercera Super Bowl de mi equipo los New England Patriots.
Porque empecé a seguir la NFL en el año 2004 cuando el equipo de Boston consiguió llegar a la Super Bowl y ganar a los Eagles.
Ahora diez años después y con dos derrotas frente a los Giants toca intentar batir al equipo de Seattle.
Todo el año esperando que llegue el día del partido en el que todo el mundo lo verá, montará fiestas o irán a restaurantes de comida americana donde harán de la Super Bowl algo suyo.
Mención especial a la gente que intenta retrasmitir el partido en directo con ilusión y la mejor intención del mundo y se ve en dificultades para hacerlo.
Pero a pesar de las ganas de que llegue el partido, el domingo siguiente ya te falta algo. Vuelve la travesía por el desierto que tenemos que vivir los aficionados al football para volver a disfrutar de la liga.
Es verdad que en esta travesía tenemos pequeños oasis como el Combine o el Draft, pero la espera siempre es demasiado larga.
Este domingo volveremos a vibrar con la última dosis de la temporada de football y espero que todo el camino que nos ha traído hasta aquí merezca la pena y los Patriots y los Seahawks nos regalen un gran partido.
Viva el football señores.
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